Google+
search todojoven
  • Contactanos

    Expresa tus ideas de como mejorar a todojoven.org
  • tu nombre *
  • tu email *
  • subjeto *
  • mensaje *
todo todojoven
Fotos - Pictures (Flickr)
TodoJoven Twitter

BLOG: 
Comparte tu ideas: blog@todojoven.org

Entries in Jovenes-Youth (146)

Drama la Familia Soga

La Familia de la Soga
Se necesitan cuatro voluntarios (dos adultos y dos jóvenes) con la colaboración de un relator quien va leyendo el texto mientras los actores lo representan con mímica. La familia de la soga era una familia muy unida. Más que unida, un poco atada. Juan y María Dela Soga se habían conocido un día de primavera.Se habían atado con una soga blanca flexible y resistente y nunca se habían separado. (en este momento la pareja se ata desde la cintur con un elástico de un metro y medio) Le había pasado a sus hijitos,Juancito y Marita que apenas habían nacido los habían atado suavemente, (atan a los hijos con dos elásticos de sus cintura pero siempre estaba ahí una soga blanca flexible y resistente. María cocinaba y hacía las cosas de la casa mientras su marido Juan trabajaba en el taller al fondo dela casa. Mientras Marita iba a la escuela (que por suerte quedaba a la vuelta) y Juancito jugaba a las bolitas en el patio. Pero, aunque se mantenían cerca igual a María le dolía la cintura por los tironeos de la soga blanca flexible y resistente. Una tarde María se sentó a coser un pantalón gris y aburrido, sus hijos y su esposo se sentaron con ella. Y pasó algo insólito: María agarró una tijera grande y brillosa y TRIC TRACen lugar de cortar el hilo cortó la soga blanca flexible y resistente. Los De la Soga , al principio estaban muy asustados porque nunca habían estado desatados. Pero uno a uno fueron tomando coraje. (el papá se pone de pie) - _Casi, casi me iría a la cancha..(sale) _Casi, casi me iría a tomar un curso de computación -dijo María (sale) _Casi, casi me daría una vuelta manzana en patines -dijo Juancito (sale con unos patines al hombro). _Casi, casi me iría hasta el Kiosco- dijo Marita (sale) Cuando los de la familia De la Soga se encontraron por la tarde, estaban muy cansados porque habían tenido una tarde bastante agitada y no estaban acostumbrados. Pero estaban muy felices La familia De la Soga era una familia muy unida´. Y la Independencia es eso: Andar por la vida libres pero a la vez, muy unidos.

Joven y Amigo

Joven y amigo
Cortesia de PCJOVENES
Objetivo del programa: Enfatizar la necesidad de tener, como cristianos, relaciones significativas los unos con los otros; y hablar acerca de las dinámicas necesarias para el establecimiento y mantenimiento de las amistades. Planes para el programa: Los cuatro jóvenes que leerán los respectivos personajes de la narración titulada: "Encuentro de David con el peligro", deben ensayar antes para ser capaces de leer con expresión. Hay que tener listos suficientes papeles y lápices para que los asistentes tomen nota de las características de la amistad de David y Jonatán, a medida que se va desarrollando la narración. Téngase también a mano un pizarrón. No olvide preparar partes especiales sobre el tema. Textos bíblicos: Éxodo 33:7-11; Proverbios 17:1 18:24; Juan 15:13; 1 Samuel 12. Introducción Aunque eventualmente, todos necesitamos tener amigos, nos resulta a veces difícil construir una amistad significativa en el mundo ocupado de hoy hay poco tiempo para compartir nuestras esperanzas y dolores con otros. Sin embargo Todavía, y a pesar de eso, persiste la necesidad intimidad en varios niveles. Aunque algunos individuos opten por una vida solitaria, los seres humanos fueron creados para ser criaturas sociales. Como Jerry y Mary White escribieron en su libro Frends and Frienship (Amigos y amistad), "nadie puede tener una existencia significativa sin amor y amistad”. El amor y la amistad son la sustancia de nuestra vida emocional. Aunque la Biblia es principalmente una revelación de la revelación de Dios con sus hijos, contiene también importantes enseñanzas sobre las relaciones entre los seres humanos. Tal vez no haya ejemplo más claro de amistad que la historia de David y Jonatán. Una mirada más cuidadosa a esa relación nos ayudara a descubrir algunos de los secretos de una amistad verdadera y duradera. Encuentro de David con el peligro Los cuatro jóvenes que se prepararon para leer las diversas partes pasarán en este momento al frente y leerán el texto correspondiente a cada uno, tratando de dar la inflexión apropiada, para dar un tono real a la escena. El diálogo fue escrito a partir del capítulo 20 de 1 Samuel. Pídale a la audiencia que vaya anotando las características especificas de amistad de David y Jonatán a medida que se desarrolla el diálogo). Narrador: Hay pocas cosas en la vida que amanecen más a algunos individuos que la pérdida del poder. Y eso era lo que el rey Saúl estaba enfrentando. En su esfuerzo por retener el trono de Israel, decidió acabar con la vida de David, el hijo de Isaí, que era su potencial sucesor. La Biblia relata un intento de Saúl para matarlo. Irónicamente, el mismo hijo de Saúl, Jonatán, es quien ayudó a David a evitar su muerte prematura. La historia de esa increíble amistad se encuentra en 1 Samuel 20, donde vemos a David buscando desesperadamente una respuesta de su amigo de confianza, Jonatán. David: (Implorando) ¿Qué hice yo? ¿Cuál es mi ofensa? ¿Qué piensa tu padre que hice equivocadamente, para tratar de matarme? Jonatán: ¡Por Dios! No hay la idea de matarte. Sé que mi padre no hará nada sin decírmelo. ¿Por qué escondería mi padre una cosa así de mí? ¡No puedo creerlo! David: Estoy pronto para jurarte que es así, tu padre dijo para sí mismo: "Jonatán no debe saberlo, porque si lo sabe quedará resentido", ya que él sabe que tú me tienes en gran consideración. Así como vive el Señor, y tú vives, hay apenas un paso entre mí y la muerte. Jonatán: ¿Qué deseas que haga? David: (Pensativamente) Mañana es luna nueva, y deberé cenar con el rey. Déjame ir y esconderme en el campo hasta la tercera noche. Si tu padre nota mi falta, entonces dile: "David me pidió que lo dejara ir a hacer una visita rápida a su hogar en Belén, pues es el sacrificio anual de toda su familia". Si el dice: "Está bien", será una buena señal para mí; pero si el se indigna, sabrás que decidió hacerme mal. (Seriamente). Querido Jonatán, usa de misericordia conmigo; pues tú y yo hicimos una solemne alianza ante el Señor. Mátame si tengo culpa. ¿Por qué me dejarás caer en las manos de tu padre? Jonatán: (Atónito) ¡Por Dios! Si descubro que mi padre planea tu mal, te avisaré. David: ¿Cómo me lo harás saber? Jonatán: (Pausa) Ven conmigo al campo. Narrador: De esa forma fueron juntos al campo y Jonatán le dijo a David: Jonatán: (Intensamente) Te prometo a ti, David, delante del Señor Dios de Israel, que mañana a esta misma hora sondearé a mi padre por tercera vez y, si veo que él tiene buena disposición para contigo, haré que lo sepas. Si mi padre se vuelve desconfiado, que el Señor haga conmigo el mismo mal y más si yo no te lo hiciera saber y no te pusiera a resguardo. ¡El Señor será contigo como ha sido con mi padre! Te prometo que mientras yo viva tendrás mi amistad fiel, como el Señor requiere; y si yo muero, tu continuarás siendo leal a mi familia para siempre. Cuando el Señor elimine de la tierra a todos los enemigos de David, que el Señor te llame a prestar cuentas si tú y tu casa dejaren de ser mis amigos. Narrador: Jonatán renovó su promesa a David por causa de su amor por él, pues lo amaba como a sí mismo. Entonces le dijo: Jonatán: Mañana es luna nueva, y se darán cuenta de tu ausencia cuando vean tu lugar vacío. Por lo tanto, vete al caer la noche, por tercera vez, al mismo lugar donde te escondiste en la tarde de la fiesta, y queda allí escondido. Cuando yo vaya, lanzaré tres flechas en aquella dirección, como si estuviera intentando acertar un blanco. Mandaré a mi ayudante que vaya a buscar las flechas. Si yo le digo: "Mira, las flechas están de este lado, júntalas", entonces podrás salir del escondite. Estarás seguro, te lo prometo. Pero si yo le digo: "Mira, las flechas están del otro lado, más adelante", entonces el Señor te habrá dicho que debes partir. El Señor quede entre mí y tí para siempre. Narrador: Así que David se escondió en los campos. Llegó la luna nueva, la cena estaba preparada, y el rey se sentó para cenar. Saúl se sentó en su lugar de costumbre junto a la pared. Y Abner se sentó a su lado; Jonatán también estaba presente, (hacer una pequeña pausa), pero el lugar de David estaba vacío. Aquel día Saúl no dijo nada, pues pensó que David estaba ausente por algún motivo, tal vez por estar ritualmente impuro. Pero al segundo día, el día siguiente a la luna nueva, el lugar de David todavía estaba vacío, y Saúl le dijo a su hijo Jonatán: "¿Por qué el hijo de Isaí no vino a la fiesta, ni ayer ni hoy?" Jonatán: David me pidió permiso para ir a Belén. Dijo: Nuestra familia está sacrificando en la ciudad y mi hermano me pidió que estuviera allí. Ahora, si hallé gracia delante de ti, déjame ir a ver a mis hermanos". Por eso no vino a cenar con el rey. Saúl: (Airado) ¡Hijo de madre perversa y rebelde! Te hiciste amigo-del hijo de Isaí sólo para traer vergüenza a ti mismo y deshonra a tu madre, pero yo lo voy a arreglar. Mientras el hijo de Isaí viva, ni tú ni tu corona estarán seguras. Manda que lo busquen, merece morir. Jonatán: (Resentido) ¡El merece morir! ¿Por qué? ¿Qué hizo? Narrador: Entonces Saúl tomó su lanza e intentó matarlo; y el supo que su padre quería la muerte de David. Jonatán dejó la mesa violentamente y no comió nada ese segundo día de las fiestas; pues estaba indignado por causa de David, pues su padre lo había humillado. A la mañana siguiente, Jonatán salió al campo para encontrar a David en la hora combinada, llevando un ayudante con él. Le dijo al muchacho: Jonatán: Corre a buscar las flechas; voy a tirarlas. Narrador: El muchachito corrió, y él tiró las flechas por sobre su cabeza. Cuando el muchacho llegó al lugar donde las flechas habían caído, Jonatán gritó: Jonatán: ¡Mira, las flechas están más allá. Rápido! ¡No hay tiempo que perder! ¡Apresúrate! Narrador: El muchachito juntó las flechas y se las llevó a su maestro; pero sólo Jonatán y David sabían lo que significaba; el muchacho no entendió nada. Jonatán entregó sus armas al ayudante y lo mandó que las llevara de vuelta a la ciudad. Cuando el muchacho se fue, David salió de su escondite y se inclinó humildemente tres veces. Se besaron y lloraron juntos, y el dolor de David era todavía mayor que el de Jonatán. Jonatán le dijo a David: Jonatán: ¡Vete y ponte a salvo! Porque juramos ambos en el nombre del Señor, que es el testigo para siempre entre mí y tí, y entre tus descendientes y mis descendientes. Narrador: David se fue y Jonatán volvió a la ciudad. Sus caminos se separaron en ese momento, pero estaban unidos para siempre por la amistad. Actividad de interacción Pida que los oyentes mencionen algunos atributos de la amistad que anotaron durante la narración. Escriba esas cualidades en una columna del pizarrón con el título Atributos. Luego, pida que los miembros mencionen algunas palabras que describan las características opuestas a la primera columna. Escriba estas palabras en una columna denominada Obstáculos (obstáculos a la amistad). Finalmente pida que la audiencia mencione otras características a ambas columnas, basadas en su observación personal la amistad, otros factores que pueden no estar aparentemente en esta narración en particular. Las columnas pueden e más o menos así: Atributos Obstáculos Lealtad Deslealtad Transparencia Disfraz Devoción Apatía Prontitud en defender Pasividad Intimidad Distancia y resero Fidelidad No es de confían; Altruismo Egoísmo Prontitud en escuchar Desinterés Afirmación Desprecio Observaciones personales Prontitud en reprender (cuando es apropiado) Celoso, no envidioso en la amistad. (Concluya la actividad sugiriendo que la primera columna, más los atributos mencionados en las observaciones personales, contiene cualidades que deben ser cultivadas mientras que la segunda columna contiene características que deben ser erradicadas). Puntos para discutir en grupo: 1. Dicen que los hombres tienen más dificultades que las mujeres para compartir intimidades unos con los otros en el campo de la amistad. ¿Concuerda o no con esto? Si concuerda, ¿cuál cree usted que es la razón o razones para esa dificultad? 2. ¿Cuál es la razón o razones, por la que algunos individuos parecen hacer amigos con más facilidad que otros? 3. ¿Puede un cristiano terminar una amistad? Si la respuesta es afirmativa, mencione algunas circunstancias que pueden llevarlo a eso. 4. ¿Concuerda usted con la idea de que los amigos más íntimos del cristiano deberían ser sus compañeros de creencias ¿Por qué sí o por qué no?

La Corrupcion sexual y su herencia maldita 

La Corrupcion sexual y su herencia maldita
(CORTESIA PCJOVENES)
PLANES PARA EL PROGRAMA El programa que sigue presenta en forma dramatizada una tremenda advertencia contra la impureza y los vicios. Si bien está dirigido a los jóvenes, es aleccionador para todos. Convendrá que se distribuyan las partes entre los diferentes protagonistas con mucha anticipación. La escenografía tendrá que adaptarse a las diferentes escenas. Este drama, bien ensayado y presentado, causará una profunda impresión en los asistentes. INTRODUCCION Narrador: En un pueblo de campo, de esos tantos que hay en nuestros países, donde el vicio y la corrupción degradan el alma y entorpecen los sentidos, se desarrolló esta dolorosa tragedia, tan hondamente sentida. Es muy triste lo que les ocurrió a los protagonistas de este drama, quienes, por el penoso hecho de ser depositarios de la herencia maldita del vicio, se transformaron en las víctimas inocentes de una enfermedad aborrecible y despreciable, que mina a la sociedad y destruye muchas veces a seres que no tienen la menor culpa. Primera escena Narrador: Ha llegado el mes de mayo, mes de alegría y de fiestas, mes en el que la naturaleza parece estar más risueña que nunca y brinda a todos sus dones seductores... las hermosas flores que cautivan el alma y la fragancia exquisita que embriaga los sentidos. En una de esas hermosas noches de mayo, observamos a Pablo y a Elena conversando animadamente en el jardín. Más que sus palabras, sus ojos hablan con elocuencia irresistible del inmenso amor que los une y de la honda ternura que anida en sus almas. Pablo: Sé que lo que te he dicho en estos momentos tan caros para mí, ha sido expresado muchas veces ya por otros y siento no poder encontrar palabras nuevas para decírtelo de manera distinta. Muchas veces estas frases que has oído esta noche han brotado de labios de algún hombre, pero, Elena, nunca, jamás, han nacido de un corazón tan sincero, tan profundamente enamorado como el que has aceptado esta noche. Al corresponder a este cariño me haces el más feliz de todos los mortales, y sólo deseo con toda mi alma que tú también seas muy dichosa. Elena: Y... yo también soy feliz. Sé cuán bueno eres y estoy segura de que a tu lado encontraré todo lo que he esperado de un verdadero hogar. Pablo: Bien, querida, hace rato que estamos aquí... ¿No te parece que es mejor que nos reunamos con los demás invitados? Creo que la reunión social ha comenzado. Elena: Sí, Pablo, vamos. No quisiera que nadie se enterara de lo nuestro ahora. Quisiera ser la primera en tener la dicha de decirle a mamá que nos amamos. Pablo: Vayamos, querida, y no te olvides de que te amo con todo mi corazón que si te lo oculté por tanto tiempo y no te expresé mi amor hasta hoy, era porque quería estar seguro de que este sentimiento tan profundo era correspondido por ti. Sobre todo, Elena, quería tener algo que ofrecerte al solicitar tu cariño y saber con toda seguridad que podría hacerte feliz. Narrador: ¡Cuán hermoso es el amor de dos almas afines... de dos corazones gemelos! ¡Cuánta ternura encierra un amor lleno de comprensión! No hay nada en la vida tan hondamente ansiado... tan hondamente anhelado, como el cariño del ser amado, por el cual se conquistan los más altos ideales. Segunda escena (En la sala de la casa de Elena se hacen los últimos preparativos, mientras esperan a Pablo y a su mamá. Después de conversar un rato se hace la petición formal para darle al compromiso un carácter oficial; luego se sientan todos en la sala y se habla de los estudios de Pablo, de su trabajo y del carácter de Elena.) Madre de Pablo: Amiga querida, yo estoy segura de que mi hijo hará a Elena todo lo feliz que tú deseas que sea y que ella tanto anhela. Tú sabes cuán correcto y estudioso ha sido él siempre, y cuán distinta es su conducta de la vida frívola y un poco disipada que llevaba mi esposo, quien pudiéndome haber hecho feliz, no lo hizo por la vida social tan agitada que llevaba. Narrador: Dulce es el amor... ¿verdad?... Cómo cambia la vida al hechizo de ese magno sentimiento que el Creador hace brotar en el frágil corazón humano. El amor genuino es una herencia bendita que nos viene de nuestros primeros padres; es una fuerza inspirada y dirigida por Dios, que hace al hombre y a la mujer abandonar padre, madre, hogar... todo, por seguir al ser amado. Pablo y Elena se aman y ellos también necesitan formar su hogar. Un hogar donde el amor ha de reinar plenamente, y donde la ternura de Elena y la bondad de Pablo serán centinelas fieles para defender la paz y la tranquilidad de sus vidas. Legó al fin el día de bodas y con ello las solemnes promesas de fidelidad y amor eterno. Tercera escena (Aparece la escena de la boda. En la sala del hogar de Elena están, además de los familiares, algunos invitados. La escena debe ser alegre. Cuando el pastor va a comenzar a casarlos, todos guardan silencio; al terminar e/ pastor de leer un pasaje de la Epístola de San Pablo a los Efesios, se cierra el telón antes de hacer la oración.) Narador: Luna de miel... felicidad... dicha que embota los sentidos. Todo parece estar demás en el mundo, menos la presencia del ser querido... Retorno al hogar y con ello a la realidad de los sueños juveniles y el verdadero significado del matrimonio. En el hogar de Pablo y Elena reina la paz y la tranquilidad, pero ¿dónde está la felicidad soñada y anhelada?... ¿Acaso Elena ha dejado de ser la dulce y tierna compañera que Pablo deseaba encontrar?... ¡No! ¿Y Pablo ha cambiado? ¡Tampoco! Es el mismo de antes... correcto, comprensivo, cariñoso, es el mismo Pablo que Elena vio tantas veces en sus sueños de novia... ¿Entonces, qué ocurre? Ah, las sombras ocultas del mal rodean aquel hogar; la herencia maldita y aborrecible que se transmite de generación en generación va estrechando sus lazos traidores más y más en torno a aquellas vidas inocentes. Cuarta escena (Aparece Elena enferma en su cuarto. Con ella está su mamá, la madre de Pablo, éste y el médico. El doctor la reconoce y explica que Elena va a ser madre, pero que necesita mucho cuidado... Al salir, el doctor llama a Pablo y sostienen el siguiente diálogo): Médico: Pablo, me apena comunicarte lo que hace tiempo venía sospechando acerca de la enfermedad de tu esposa, pero... es el caso que estoy completamente convencido de que tu esposa... Pablo: ¡Hable, doctor! ¿Por qué calla?... Se lo suplico... ¿Se muere Elena? ¿Acaso no puede tener el hijo que tanto anhela y que sería lo más grande que yo pueda darle para ver si logro hacerla feliz? Médico: No... Pablo, no es eso aunque tal vez fuera preferible mil veces que ese ser no viniera al mundo... Mira... ven mañana a mi consultorio y allá hablaremos. Narrador: Para Pablo los minutos se alargan en horas y las horas tienen sabor a eternidad. Cuánta angustia, cuánto dolor se refleja en el rostro de aquel pobre inocente que daría su vida por hacer feliz a su esposa, por alegrar la existencia de aquel ser que tanto ama y que un mal desconocido para él va destruyendo implacablemente. Sin embargo, cuán lejos está de sospechar que a pesar de su inmenso anhelo de hacerla dichosa, es precisamente él quien con su herencia maldita, está aniquilando poco a poco la vida de aquella víctima inocente, que lentamente se consume de dolor. Quinta escena (En el consultorio aparecen el médico y Pablo). Médico: Pues bien, Pablo, ayer me faltó valor, me faltaron las fuerzas para comunicarte lo que irremediablemente debo decirte y que tú tienes todo el derecho de conocer. Tu esposa ha contraído una terrible enfermedad venérea, enfermedad de éstas que derivan de los mal llamados vicios sociales y... Pablo: (en tono lleno de indignación): ¿Cómo? ¿Está usted loco? No, no puede ser doctor, usted está equivocado. Ella es pura... Ella no y mil veces no. Ella es inocente y usted es un... Médico: Calla, Pablo... es el médico quien habla y no el amigo. (Un poco más calmo.) Como tú mismo has dicho, tu esposa es inocente, pero tú... tú... Pablo: ¿Qué insinúa, doctor? Yo... Usted sabe que mi vida es limpia como no hay otra que la supere. Mi fe cristiana me ha mantenido puro, sin vicios y... Médico: Lo sé Pablo, lo sé, pero por desgracia esa maldición se transmite de generación en generación, y ésa es precisamente la causa de todo lo que sucede en tu vida y en tu hogar. De todos modos, voy a hacerte una prueba para salir de dudas. Espera un momento. (Sale el doctor y pronto aparece con el equipo necesario para realizar un análisis de sangre. Al quedar Pablo solo, se lo nota inquieto, impaciente, esperando los resultados. Después de un rato aparece el doctor con rostro afligido. Pablo toma el análisis de su sangre; al leerlo, se sienta nuevamente en el escritorio y con el rostro entre las manos sollozando murmura): Pablo: ¡Culpable... culpable, Señor! Narrador: El tiempo pasa. Pasan las horas, los días, los meses. Elena, enferma, pálida, decaída, va a ser madre. La gozosa esperanza de que pronto estrechará en su seno al ser que lleva en sus entrañas y que es carne de su carne... el fuego de su amor, le da ánimo para sonreír a su esposo amado, quien muchas veces regresa al hogar con una profunda tristeza reflejada en su rostro. Elena, al observarlo, siente que su corazón se estruja de dolor, de ese amargo y silencioso dolor que lo devora todo y que a la vez que los une, los separa. Pablo no es el mismo. Ya casi no conversa con ella; ya no desea pasar sus horas libres a su lado y contarle como antes sus cuitas y sus alegrías. Pablo rehuye la mirada de su esposa. Sufre... Ella también nota que en aquel corazón generoso, en ese pecho varonil, se libra un drama angustioso, pero no puede imaginarse el cuadro completo. ¡Qué tragedia! La herencia maldita de un vicio que la sociedad condena, pero no castiga, arrancó la felicidad de aquellos corazones nacidos para amarse y asestó en forma traicionera un golpe cruel a este hogar recién formado. Sexta escena (Aparece Elena con el niño en brazos y llorando. Pablo, a su lado, la acaricia y también llora al contemplar a su hijo.) Pablo: (levantándose con desesperación), Elena mía, no puedo más... Esto me quema el alma, es más fuerte que todo. No puedo seguir callando... mi vida está destrozada... Malditos mil veces los vicios de concepción sexual que destruyen hogares, deshacen vidas y mutilan las carnes puras de seres inocentes que llegan al mundo pagando un delito que ellos no han cometido... seres inútiles para la sociedad, así como nuestro hijito que jamás podrá tener una existencia normal... Malditos los vicios que arruinan el cuerpo, enferman el espíritu y le roban al alma los únicos momentos de dicha que ésta anhela... Sí, Elena querida, nuestro hijo ha sido víctima inocente de esa herencia maldita legada por mi padre, ¡por mi padre, sí, por él! Elena: Pablo... entonces nuestro hijo... tú, tú... Pablo: Sí, Elena, yo soy el ser inocente que te elegí como esposa para hacerte feliz y rodearte de cariño, y por culpa de mi padre sólo he podido darte un cuerpo enfermo y contaminado por un azote aborrecible, y un hijo mutilado para toda la vida. Narrador: Cuán triste, ¿verdad? Ese puede ser tu caso, querido joven, amada señorita. Que esta conmovedora tragedia que se ha representado haga latir más aprisa las sensibles fibras de tu corazón para que penetre en él, como luz en las tinieblas, aquel sabio consejo del apóstol: "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad" (Fil. 4:8). Evitad, queridos jóvenes, que por una conducta irresponsable e impura podáis transmitir a vuestros descendientes una herencia maldita. Evitad que existan novias fieles que creen con corazones sinceros en la lealtad y pureza del ser amado, mientras éstos contaminan sus cuerpos y venden sus almas. Evitad que existan esposas abnegadas, sufriendo inocentemente por causa de un vicio que todos desprecian y maldicen... Evitad que existan hogares destrozados por la tristeza y el dolor de haber recibido un legado aborrecible, como resultado vergonzoso de un momento de disipación y olvido de lo que os debéis a vosotros mismos... a vuestros hogares, a la patria y, por encima de todo, a vuestro Creador y Hacedor.

Un programa de televisión y una infracción de tránsito 

Un programa de televisión y una infracción de tránsito Un oficial de policía tenía todo lo que quería en la vida—excepto paz.A los 23 años de edad, pensaba que ya había triunfado en la vida. Había logrado casi cada meta que me había propuesto. En mi primera semana como patrullero estatal, ayudé a salvarle la vida a una mujer cuando su automóvil quedó sumergido bajo el agua. Gracias a esto, me nombraron el Patrullero del Año en mi región. Todo lo que tanto había deseado era mío. Pero no era feliz. A decir verdad, me sentía miserable, desanimado y deprimido. Cierta noche, en un momento de reverencia sincera, le rogué a Dios que volviera a mi vida. Esperanza A la mañana siguiente sintonicé el televisor en una de las redes cristianas para ver si podía conseguir dirección espiritual. Pasé varios programas de sanadores por fe y predicadores religiosos, mirando programa tras programa pero ninguno me levantó el ánimo. Luego empezó el programa llamado Amazing Facts [Hechos Sorprendentes]. Me cautivó el predicador, un pastor llamado Doug Batchelor, quien nos mostraba cómo se cumplían los eventos proféticos en nuestros días. Me sorprendió ver que todo lo leía de la Biblia. Aprendí más en 30 minutos que en mis ocho años de educación cristiana. Inmediatamente llamé al teléfono que tenía en la pantalla y ordené los estudios bíblicos en disco compacto que estaban ofreciendo. Cuando me llegaron los estudios bíblicos, inmediatamente me dispuse a estudiar las lecciones. A medida que estudiab; sentí el mismo gozo que había experimen tado durante el programa que había visto en televisión. La verdad del sábado Mis estudios me condujeron a aguí profundas cuando el pastor Batchelor presentó la verdad del sábado en sus estudios bíblicos. Había descubierto lo que me faltaba en mi caminar previo con el Señor un compromiso de pasar tiempo de calidad con Dios. Pero luego mi confianza se corvirtió en consternación al descubrir qu este mandamiento requería que hiciera cambios en mis prácticas religiosas. Había asistido a la iglesia en domingo. Mi consternación se convirtió en confusión al tratar de comprender cómo mi pastor y congregación pudieron haber ignorado esta verdad bíblica tan importante. —¿Dónde escuchaste esto? —Le expliqué que estaba completando un serie de estudios bíblicos de Amazing Facts. —Amazing Facts. —preguntó—. ¿Te refieres a la iglesia adventista? ¡Aléjate de ellos! ¡Esas personas adoran un día en vez  de adorar al Señor! ¡Ellos son una secta — No podía aceptar lo que me decía asi que le di las gracias y me fui, más confundido aún. No sabía qué creer, pero estaba más decidido a comprender las verdad de Dios y de la Biblia. Noche tras noche permanecí sentado ante mi computadora estudiando cada lección nueva. En la lección 14 descubrí que Batchelor en verdad era adventista como me había advertido mi pastor. Estaba seguro que lo que estaba escuchando en el CD era la verdad, pero sentía una lealtad a mi pastor, también. Al terminar la última lección estaba tan agotado emocionalmente por el conflicto en mi corazón que caí de rodillas sobre el piso alfombrado de mi recámara. En la penumbra de la noche le pedí al Señor que me ayudara a comprender la verdad. ¿Una infracción rutinaria? La noche siguiente patrullaba mi ruta de costumbre y tuve que detener un automóvil por una infracción de tránsito menor. Después de conversar unos instantes, me enteré que la pareja del automóvil era adventista y que venían de una reunión de iglesia. El señor me dijo que era pastor. Le dije que había estado estudiando las lecciones de Amazing Facts. El pastor me dio su número telefónico y me invitó a estudiar con él, aun después de recibir la multa. Acepté la invitación del pastor y nos vimos en su casa más tarde esa semana. Estudiamos y oramos juntos y el pastor me aconsejó que dejara que Dios me condujera en mi dilema respecto de la iglesia. Más tarde esa semana llamé a mi pastor. Le pedí que me mostrara de la Biblia dónde me equivocaba acerca del día de reposo. Me invitó a su casa a cenar, con la promesa de que repasaríamos juntos la Biblia. En preparación para ese momento imprimí la lección acerca del sábado. Nos sentamos juntos a la mesa, cara a cara. Estaba ansioso por empezar, pero cuando coloqué mis materiales sobre la mesa, el pastor puso su mano sobre ellos. Me quedé viendo sus dedos al hacerlos a un lado. Profundamente decepcionado lo miré mientras me hablaba. —El Señor me está diciendo que no tenemos que ver esto —dijo—. ¿Crees que soy profeta de Dios? ¿Crees que me habla? —Sí, pastor, lo creo —repliqué—. Pero creo que me habla a mí también. El puso sus palabras en blanco y negro para que todos las puedan leer y obtener el mismo mensaje. El pastor frunció el ceño. Luego dijo: —Así me lo temía. Yo te ordené, pero también Jesús ordenó a Judas. Si decides salir de mi iglesia, caerás presa del diablo. Escojo a Cristo Me sentía terrible al salir de su casa. Pero sabía lo que tenía que hacer. La Biblia dice que debemos obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos 5:29). No importaba lo que dijera mi pastor, tenía que escuchar lo que Dios me decía por medio de su Palabra. Cuando finalmente tomé mi decisión, sentí que una paz increíble inundaba mi ser. Dios usó un programa de televisión y una infracción de tránsito para conducirme a la Iglesia Adventista. Me mostró el camino de mi vida y estoy ansioso por seguirlo.

I’m ugly. Why was God so unfair to me this way?

 

Why did God make some people ugly and others good looking? It’s not fair. I find myself looking in the mirror and wondering why I have to be so ugly and have such an ugly body when all my friends are pretty and have nice bodies. Why was God unfair to me like this?”

—Erin
Thank you for your honesty, Erin. I know a lot of teenagers feel the same way you do. You are obviously angry at God because you believe that He has cheated you by not giving you a better face and body. And because you’ve been honest and direct with me, let me be honest with you—God doesn’t deal with us unfairly. He deals with us only in love. If He dealt with fairness we would never be born. Instead, He would judge us for all the sins He know we will commit. The fact you are alive and healthy means God has been gracious with you. While God loves you, He also has some advice for you about you anger toward Him. Look at God’s word—in Isaiah 45:9,10:
Woe to the man who fights with his Creator. Does the pot argue with its maker? Does the clay dispute with him who forms it, saying, ‘Stop, you’re doing it wrong!’ or the pot exclaim, ‘How clumsy can you be?’ Woe to the baby just being born who squalls to his father and mother, ‘Why have you produced me? Can’t you do anything right at all?’ (TLB).
It is true of course, that some people are more attractive than others—when it comes to a body or a face. But our society puts way too much emphasis on the body and not enough on the inside. God doesn’t do that. Remember what God told Samuel in 1 Samuel 16:7
Don’t judge by a man’s face or height… I don’t make decisions the way you do! Men judge by outward appearance but I look at a man’s thoughts and intentions (TLB).
If being good-looking is important to God, then Jesus Christ would have been a real hunk, right? But he wasn’t. In Isaiah 53:2, Jesus was described this way:
In our eyes there was no attractiveness at all, nothing to make us want him (TLB).
You see, Erin, Jesus wasn’t good looking, yet He rocked the world because he walked with God. That’s what you need to concentrate on, Erin—walking with God. He has a plan for you and your body is part of that plan. Maybe He wants you to work somehow with so-called “average-looking people,” helping them develop on the inside where God really looks. And believe me, God is still working on who you are on the inside, Erin. Give him a chance to do what He’s going to do. Instead of asking your question—“Why am I not more beautiful on the outside?” ask this question: “How can I cooperate with God to help me become more beautiful on the inside?” If you do that you’ll be OK. I promise
Follow us on Twitter