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Entries in Ilustracion para Sermon (96)

Cristo, nuestro Sacrificio

Cristo, nuestro Sacrificio Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. Marcos 14:26. "Según la Mishna, el ritual de la cena pascual era el siguiente: (1) El jefe de la familia o del grupo que celebraba la cena mezclaba la primera copa de vino y la servía a los otros, pronunciando una bendición sobre el día y sobre el vino. (2) Entonces se ponía la mesa. Los alimentos que se servían en la cena pascual eran el cordero, las hierbas amargas, pan sin levadura, lechuga y una salsa llamada jaróseth, hecha de almendras, dátiles, higos, pasas, especias y vinagre. (3) Se servía la segunda copa de vino y el jefe de familia explicaba el significado de la pascua. (4) Se cantaba la primera parte del hallel de la pascua, los Salmos 113 y 114. (5) Al servirse una tercera copa de vino, el jefe de familia pronunciaba la bendición sobre la comida. (6) Se servía una cuarta copa de vino y se entonaba la segunda parte del hallel, que incluye los Salmos 115 al 118". "Antes de salir del aposento alto, el Salvador entonó con sus discípulos un canto de alabanza. Su voz fue oída, no en los acordes de alguna endecha triste, sino en las gozosas notas del cántico pascual: 'Alabad a Jehová, naciones todas; pueblos todos, alabadle. Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; Y la verdad de Jehová es para siempre. Aleluya (Salmo 117). Después del himno, salieron. Cruzaron por las calles atestadas, y salieron por la puerta de la ciudad hacia el monte de las Olivas". EI Salmo 118, una parte del cántico pascual, dice: "EI Señores Dios, él nos ilumina... Mi Dios eres tú, te alabaré. Dios mío, te exaltaré. ¡Dad gracias al Señor, porque es bueno! Porque su constante amor es para siempre" (Sal. 118:27-29). "Habrá alabanza a Dios y al Cordero en nuestro corazón y en nuestros labios; porque el orgullo y la adoración del yo no pueden florecer en el alma que mantiene frescas en su memoria las escenas del Calvario".

Cristo, nuestro Sacrificio. La moneda romana

Cristo, nuestro Sacrificio.

La moneda romana

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"Dinos, pues: ¿Qué te parece? ¿Es correcto dar tributo al César, o no?" Mateo 22:17.

Los principales sacerdotes y los fariseos enviaron ahora a sus agentes para ver si podían entrampar a Jesús con una nueva pregunta. "No le mandaron a los ancianos fariseos a quienes Jesús había hecho frente muchas veces, sino a jóvenes, ardientes y celosos, y a quienes, pensaban ellos, Cristo no conocía. Iban acompañados por algunos herodianos, que debían oír las palabras de Cristo, a fin de poder testificar contra él en su juicio. Los fariseos y los herodianos habían sido acérrimos enemigos, pero ahora estaban unidos en la enemistad contra Cristo". "La pregunta realmente tenía que ver con el problema de que un individuo fuera a la vez buen judío y también sumiso a la autoridad humana". Si decía que no era lícito pagar tributo a Roma, las autoridades de ocupación podrían arrestarlo por incitar a la rebelión. Pero si decía que era legal pagar tributo, los sacerdotes planeaban acusarlo de oposición a la ley de Dios. Jesús expuso su duplicidad replicando: "'¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. En una cara aparecía la imagen del emperador, y en la otra la de una deidad pagana. Las naciones conquistadas podían acuñar monedas de cobre, pero Roma se reservaba el derecho de hacer todas las de plata. Las monedas judías llevaban el símbolo de un olivo o una palmera, respetando así el segundo mandamiento, que no permitía que ninguna imagen ocupara el lugar de Dios. Mirando el denario, Jesús preguntó: " '¿De quién es esa imagen, y la inscripción?' Dijeron: 'Del César'. Entonces Jesús respondió: 'Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios"' (Mat. 22:20,2l).

Dios es la autoridad suprema. Cuando la ley humana contraviene los mandatos divinos, la ley de Dios debe tener la precedencia. "En este pasaje Jesús presentó el principio fundamental que determina la relación del cristiano con el Estado. No debe desatender los justos requerimientos del Estado, No debe desatender los justos requerimientos del Estado, porque existe "lo que es de César". Los judíos no le habían dado a Dios lo que era legítimamente suyo. Como resultado de su infidelidad, ahora vivían bajo el poder de una nación extranjera. "Al oír esto, quedaron maravillados y lo dejaron, y se fueron" (Mat. 22:22). La multitud comprendió la enseñanza y vio claramente el principio involucrado.

No debemos ignorar los derechos justos del Estado, ni tampoco los que le debemos a Dios.

Cristo, nuestro Ungido.La regla inflexible de justicia

Cristo, nuestro Ungido.

La regla inflexible de justicia

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Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer?... como sus pecados, que son muchos, le han sido perdonados, ella ama mucho. Pero a quien poco se le perdona poco ama". Lucas 7:44,47.

El don del perfume de nardo encendió una controversia. Simón se puso del lado de Judas. Rápido para juzgar, era lento para mostrar compasión o misericordia. En medio de las murmuraciones, Jesús se volvió hacia Simón, y le dijo: "Un acreedor tenía dos deudores. Uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta. Y como no podían pagarle, perdonó a los dos. ¿Cuál de ellos lo amará más?" Sin vacilar, Simón respondió: "Pienso que aquel a quien perdonó más". Jesús respondió: "Has juzgado bien". Los dos deudores representaban a Simón y María. El propósito de la parábola no era establecer categorías de pecados, sino enseñar que cada uno debía mucho más de lo que jamás podría pagar. Simón necesitaba comprender que no era más justo de lo que era María. Sus propias transgresiones eran en todo tan serias como las de ella; y sin embargo él se veía a sí mismo con ojos llenos de justicia propia, y juzgaba a los demás con dureza. Muchos cristianos son como Simón. Es fácil vestirse con ropajes de justicia santurrona, pero es muy difícil despojarse de ellos.

El fariseo comprendió que Jesús podía leer los motivos de nuestras acciones. Había invitado a Jesús a cenar, no tanto por la gratitud que sentía por haber sido sanado, sino como una manera de aparecer importante ante los demás. "La frialdad y el descuido de Simón para con el Salvador demostraban cuán poco apreciaba la merced que había recibido. Pensaba que honraba a Jesús invitándolo a su casa. Pero ahora se vio a sí mismo como era en realidad". "El Salvador con todo tacto había inducido al orgulloso fariseo a comprender que su pecado -cuando sedujo a María- había sido mayor que el pecado de ella, así como 500 denarios eran una suma mucho mayor que 50". Si bien Simón se había portado de manera vergonzosa con María, se sintió profundamente conmovido al ver que Jesús no lo había avergonzado ante sus invitados. Un acto así habría endurecido contra Cristo el corazón del orgulloso fariseo. Ahora comprendió Simón lo que había expresado Cristo al decirle a María: "Tu fe te ha salvado. Vete en paz". "La hospitalidad de Simón era insignificante en comparación con la ilimitada gratitud de María".

"Jesús conoce las circunstancias que rodean a cada alma. Tú puedes decir. 'Soy pecador, muy pecador’ puedes serlo; pero cuanto peor seas, tanto más necesitas a Jesús. El no se aparta de ninguno que llora contrito".

Cristo, nuestro Sacrificio.La piedra angular

Cristo, nuestro Sacrificio.

La piedra angular

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"¿Ni aun esta Escritura habéis leído: 'La piedra que desecharon los edificadores, vino a ser cabeza de esquina...’?" Marcos 12:10.

Los dirigentes religiosos reconocieron instantáneamente el pasaje Mesiánico de Salmo 118:22. El relato de la piedra angular pertenecía a la historia de Israel. "Si bien es cierto que tuvo una aplicación especial en ocasión del primer advenimiento de Cristo, y debiera haber impresionado con una fuerza especial a los judíos, tiene también una lección para nosotros. Cuando se levantó el templo de Salomón, las inmensas piedras usadas para los muros y el fundamento habían sido preparadas por completo en la cantera. De allí se las traía al lugar de la edificación, y no había necesidad de usar herramientas con ellas; lo único que tenían que hacer los obreros era colocarlas en su lugar. Se había traído una piedra de tamaño poco común y de una forma peculiar para ser usada en el fundamento; pero los obreros no podían encontrar lugar para ella, y no querían aceptarla. Era una molestia para ellos mientras quedaba abandonada en el camino. Por mucho tiempo, permaneció rechazada. Pero cuando los calificadores llegaron al fundamento de la esquina, buscaron mucho tiempo una piedra de suficiente tamaño y fortaleza, y de la forma apropiada para ocupar ese lugar y soportar el gran peso que había de descansar sobre ella. Si hubiesen escogido erróneamente la piedra de ese lugar, hubiera estado en peligro todo el edificio...

Se habían escogido diversas piedras en diferentes oportunidades, pero habían quedado desmenuzadas bajo la presión del inmenso peso. Otras no podían soportar el efecto de los bruscos cambios atmosféricos. Pero al fin la atención de los calificadores se dirigió a la piedra por tanto tiempo rechazada. Había quedado expuesta al aire, al sol y a la tormenta, sin revelar la más leve rajadura. Los edificadores la examinaron. Había soportado todas las pruebas menos una. Si podía soportar la prueba de una gran presión, la aceptarían como piedra de esquina. Se hizo la prueba. La piedra fue aceptada, se la llevó a su posición asignada y se encontró que ocupaba exactamente el lugar. En visión profética, se te mostró a Isaías que esta piedra era un símbolo de Cristo. Isaías 8:13-15; 28:16".

"Al oír sus parábolas, los principales sacerdotes y los fariseos entendieron que hablaba de ellos. Y trataron de prenderlo, pero temieron al pueblo, porque lo tenían por profeta" (Mat. 21:45, 46).

Jesucristo es nuestro firme Fundamento. Puede salvarnos y ser nuestro apoyo, pero sólo nosotros podemos elegir permitirle actuar así.

DOS NIDOS

  DOS NIDOS En frente de mi casa yace en ruinas un viejo torreón de cuatro esquinas, y en ese viejo torreón derruido tiene asentado una cigüeña el nido. ¡Y parece mentira, pero enseña muchas cosas un nido de cigüeña! Por el borde del nido de mi cuento, donde reina una paz, que es un portento, asoman el pescuezo noche y día los zancudos cigüeños de la cría. Cuando los deja la cigüeña madre, les trae alimentos el cigüeño padre, y cuando con su presa ella regresa, vuela el padre a buscarles otra presa, y de este modo la zancuda cría en banquete perenne pasa el día. Estaba yo una tarde distraído desde mi casa contemplando el nido, cuando del campo regresó cargada la solícita madre apresurada. Presentó con orgullo ante su cría una culebra muerta que traía, y mientras sus hijuelos la trinchaban y defendiendo la ración luchaban, reventaba la madre de contenta, viendolos comer ... ¡y estaba hambrienta! ¡Y cómo demostraba su alegría viendo el festín de su zancuda cría! ¡Qué graznidos, que dulces aletazos y qué cariñositos picotazos les daba a aquellos hijos comilones que estaban devorando sus raciones! Al ver desde mi casa aquella escena llena de amor y de ternura llena, bendije al nido aquel y ¡lo confieso! estuve a punto de tirarle un beso . . . Ahorqué mi beso, pero tristemente me dije por lo bajo de repente: ¡quizás haya en el mundo quien querría, convertirse en cigücño de la cría! Cerca del viejo torreon derruído en donde está de la cigüeña el nido, hay otro nido, pero nido humano que habita la familia de un cristiano. El mismo día y a la misma hora en que la escena aquella encantadora del nido de la torre yo admiraba y un beso con los ojos le enviaba, del otro nido humano un rapazuelo salía sollozando sin consuelo. Una mujer de innoble catadura salió tras la harapienta criatura; cruzóle el rostro, y le empujó hacia afuera, metióse en casa y la dejó en la acera. ¿Por qué te echan de casa, rapazuelo? le dije al verlo y contestó el chicuelo: "Porque, a pedir limosna, había salido y un poco pan, no mas hoy he traído, y dinero me dice que le traiga y que vaya a buscarlo ande lo haiga." Alcé los ojos, sin querer, al nido del solitario torreón derruido y dije, contemplando aquella escena y aquella madre cuidadosa y buena: "SI este niño pensara, ¿no querría convertirse en cigüeña de la cría?
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